jueves, 4 de septiembre de 2014

Gustavo Cerati (1959-2014)


Buena parte de la admiración y el respeto que Cerati cosechó en los últimos años, más allá de las buenas canciones y los discos inolvidables, se basa en que no se parecía a nadie del "rock nacional". Hay algo de tilinguería barata en esa devoción. Podía declararse (y ser abiertamente reconocido) como un continuador de Spinetta por otros medios, pero jamás llegó a su inclasificable hermetismo y siempre renegó del jazz rock setentoso (incluso Soda Stereo nace como reacción natural a esa corriente). En todo caso, cuando le tocó ser inclasificable lo hizo a través de la adopción de sub-géneros rockeros anglosajones. Por mencionar sus proyectos menos celebrados por el gran público: el noise de Dynamo, a la My Bloody Valentine, el coqueteo electrónico de Plan V, que nadie escuchó.

A diferencia de Páez y Calamaro, no era un alumno de Charly. No tenía nada que ver con el Indio, con Pappo, con Nebbia. Es significativo que esa independencia estética de su entorno más próximo (que simplemente es un dato y por sí misma no es negativa ni positiva), hoy celebrada por los medios y "la gente" ("Cerati era un artista de otro nivel"), es la misma que lo desterró de cierto gusto nacional y popular durante años. Frente a la avalancha de homenajes, es necesario recordar que Gustavo Cerati fue uno de los personajes más injustamente despreciados por la opinión pública del rock. Y no me refiero sólo a las huestes ricoteras y chabonas que en los 90 le deseaban la muerte a cambio de la resurrección de Luca Prodan, sino más bien a cierta sensación generalizada de que nadie se lo bancaba. En compensación podemos decir que los fans de Cerati siempre fueron muchos y bastante extremistas. También es usual que las muertes provoquen este tipo de situaciones de elegía social, pero no deja de sonar algo hipócrita y forzada: ¿qué puede llegar a decir Luis Ventura de Gustavo Cerati?

Más que a la estirpe de sus amigos (Charly, Spinetta, Fito, Calamaro, Aznar), Cerati pertenece al grupo de rupturistas que le dieron la espalda al canon establecido por Expreso Imaginario. No por casualidad ofrece su testimonio en el documental "Ellos son Los Violadores", agradeciendo la llegada del punk como uno de los hitos que marcaron la finalización del predominio hippie. Cerati nunca llegó a ser tan parricida como PilTrafa, ni tan Grombowicz como Luca, pero a la distancia se lo puede ubicar en ese grupo de compositores que significaron una opción alternativa a las corrientes históricas del rock nacional: el rocanblues de Pappo y Manal, el lirismo spinetteano, la fusión impulsada por Nebbia, el Charly progresivo que va desde el último disco de Sui Generis a Bicicleta de Serú. Cerati es el eslabón que conecta a Virus con Babasónicos, el indiscutible emblema del pop latinoamericano. Federico Moura produce el primer disco de Soda. En la presentación de Dynamo, uno de los grupos teloneros es Babasónicos.

En cualquier resumen de la obra de Cerati no hay que dejar de mencionar a Daniel Melero. Incluso que Melero sea el mejor aliado de Cerati, es toda una declaración de principios. Melero, el no-músico, es el que inicia y empuja a Cerati a sus aventuras vanguardistas de principios de los 90: Colores Santos, Dynamo. Incluso Amor Amarillo, el primer disco solista realizado en medio de un breve parate de Soda, también puede verse como una continuación del influjo de Melero. A esa trilogía habría que sumarle el estallido rockero de Canción Animal (1990) y lo que nos queda es, básicamente, uno de los desbordes creativos más geniales del rock argentino (a la altura de Almendra/Pescado/Invisible o Yendo de la cama al living/Clics Modernos/Piano Bar). Tampoco hay que dejar de reconocerle a Melero la autoría de uno de los temas más celebrados por el público de Soda: "Tratame Suavemente".  

Cerati fue muy ambicioso (allí están sus 11 Episodios Sinfónicos para recordárnoslo), pero siempre quiso mantenerse en el mundo pop y jamás dejó que se lo catalogara como "poeta", llegando a declarar que dudaba de su capacidad como letrista (de allí algunas colaboraciones en las letras con Bochatón y su hijo Benito). En sus canciones habrá malos y buenos versos, pero dentro de los límites del rock-pop es sin duda uno de los compositores más efectivos, incluso cuando sus letras no parecen apuntar a un sentido unívoco, sino que actúan como reflejos vocales al contenido instrumental de las canciones (y acá aparece su gran filiación con Spinetta, su gusto por la polisemia y cierta readaptación pocket del simbolismo; aunque han existido ejemplos de este tipo a lo largo de toda la historia del rock). Sin embargo, más allá de lo que él pensara de sus letras o, por qué no, de su aparente frialdad como personaje público, Cerati compuso estrofas muy logradas que sensibilizan y permiten la identificación aun cuando nos cuesta saber qué estamos cantando. Los ejemplos son demasiados, pero ejerciendo la arbitrariedad puedo decir que siempre me gustó ese fragmento de "Crema de estrellas" en el que dice:

Recordé sus gustos,
conversación astral,
las canciones que oíamos,
su cuerpo lunar,
refugio celestial,
y el PH de su saliva.

O las imágenes, tan oníricas como cotidianas, de "Sweet Sahumerio":

Ella juega en el sillón
está descalza,
algo sobrenatural la desplaza.
Tiene forma de espiral,
¿quién lo sabe?,
aguas silenciosas cubren su alma.

Después está su vertiente más relajada y divertida, que aparece especialmente en los primeros discos de Soda y con el transcurso de los años se fue perdiendo. "Dietético", un tema absolutamente entrañable, tenía una letra lo bastante amplía como para reírse de lo que supuestamente representaba el grupo para la época ("canciones de amor con sacarina, con menos de una caloría"), criticar el auge hedonista de los 80 ("nuevas mentes descremadas (...) te quiero pero estás tan gorda, presiento que no sos moderna") y celebrar el fin de la dictadura ("el regimen se acabó").

Bocanada (1999), el comienzo oficial de la carrera solista de Cerati, estuvo signado por un distanciamiento explícito por las composiciones inmediatas y exitosas que habían marcado a Soda Stereo. Un movimiento gradual que había comenzado lejos en el tiempo, con "No necesito verte (para saberlo)" (la respuesta argentina a la movida Madchester), el tema nuevo de Rex Mix (1991), un baldazo de agua fría para los fans que se habían maravillado con el esplendor rotundo de Canción Animal (el disco hard rock del trío, que funda el lazo con Spinetta y le muestra las garras al mundillo rockero vernáculo). Bocanada es un disco que hace una épica de la moderación y que evita los súper estribillos como si fueran la peste, pero que en su eclecticismo (¿qué sería de la crítica rock sin esa palabra?) va del guiño a Borges en "Aquí y ahora" hasta el beat bailable de "Paseo inmoral". La carrera solista de Cerati alcanzó resonancia masiva en Ahí vamos (2006) y no es casual que después de demostrar a sus antagonistas que se la bancaba solo, se haya resignado a volver con Soda y ganar un par de millones. Fuerza Natural (2009) probablemente fue su mejor disco desde Bocanada. El folk cósmico no elude ciertas referencias autóctonas: en "Cactus" retoma la incursión folclórica que había iniciado en "Sulky" (2002), un tema no muy conocido en el que tocaba Domingo Cura. Las ucronías no sirven de mucho, pero podríamos sospechar que si  Cerati siempre se destacó por estar atento a lo que pasaba afuera, estas dos piezas pueden leerse como las señales de un camino futuro, desgraciadamente interrumpido.   


15 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que Cerati fue un músico notable, y bastante humilde en un aspecto: no se creyó el personaje de ser icono, padre, autoridad de ningún estilo (que junto a Moura, sin dudas creó), y bebió influencias de géneros "menores", sin prejuicios. También rescato que nunca lo escuché haciendo demagogia. En realidad por eso lo respetaron músicos y oyentes más comprometidos en lo social, y con una perspectiva distinta, u opuesta. Si es un venerado por gente de derecha es por un malentendido, o por cierto rupturismo inclasificable con el que él contaba; no es el caso de Spinetta o Charly, músicos elitistas - tal vez, sólo en el plano musical -. (La CHINA)

Billy dijo...

con esto empecé a entender un poco a cerati http://youtu.be/AiJuc5tmFYk
un poco ladrón pero con excelente gusto.

Herrt dijo...

Cómo rompen las bolas con esos supuestos plagios. Cualquiera con lo básico de conocimiento musical sabe que hay ciertas progresiones de acordes que son muy comunes. Eso no hace a una canción un plagio de otra. Dejen de publicar pelotudeces si no tienen puta idea de música.

Corvino dijo...

Acabo de recordar el cover de Vox Dei en el unplugged, lo que desmentiría el 80 por ciento de este post.

Cine Braille dijo...

Los arreglos de voces copiados de los Everly Brothers o las Shirelles. El toque pop para el rock tomado de Buddy Holly. Las letras introspectivas, de Bob Dylan. El sítar, de los Kinks. La psicodelia, de Eight miles high de los Byrds. El álbum conceptual y el pop de cámara, de Pet sounds de los Beach Boys. El uso musical del ruidismo, de Frank Zappa. Come together es una copia ralentada de You can't catch me de Chuck Berry, y Lady Madonna es un afano descarado a Fats Domino. Los Beatles eran todavía más chorros que Cerati, o sea los Beatles son una mentira (?).
Saludos y, como diría Horacio Pagani, seamos buenos entre nosotros (?)

Anónimo dijo...

Parece obligatorio conmoverse ante la muerte de Cerati, y la verdad que la distancia indiferente (o la indiferencia distante) que siempre me transmitió, es la misma que me genera su muerte.
Aparte del rechazo por todas las unanimidades. :(

Herrt dijo...

La intro de Starway to heaven es un calco descarado de Taurus, pero todas formas los descensos cromáticos son muy comunes.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Cerati fue el mejor discipulo de Spinetta. Y que privilegiados fueron los que presenciaron a ambos, tocando juntos Bajan. Cerati participó en un par de temas de No lo soporto. Y ese es un detalle que no es menor, habla de su generosidad con grupos menos conocidos.
Lo del regreso de Soda Stereo, creo que no fue resignación, sino un regreso para despedirse amistosamente.

Gran entrada. Recuerdo que oí en Cheque en blanco, recomendar a tu blog.

Anónimo dijo...

En el unplugged está el cover de Vox Dei y un pedacito de Cementerio Club. Y Gustavo participó de una versión de Sin Cadenas junto a Pericos, Cordera, Aznar y otros para la película Botín de guerra, doc de 1999 sobre Abuelas de plaza de mayo. Esto no creo que desmienta el post sino que deja en claro que Cerati manejó con cuidado su imagen pública más allá de los tantas veces nombrados peinados de Soda cuando apareció. Seguramente conocía a Vox Dei, Manal, Violeta Parra y tantas músicas más que ni siquiera imagino. Fue un creador de muchas canciones hermosas y se lo va a extrañar muchísimo. Con la pérdida de Pappo, Spinetta, Cerati y lo que parece un cierre en la carrera de compositor de García nos vamos quedando huerfanos de los grandes musicos populares del rock argentino, esos que en cada disco metían dos o tres en el repertorio de las que sabemos todos. Quedan algunos pero cada vez les cuesta más hacerse oír y los nuevos talentosos no tienen posibilidad de penetrar en el mainstream actual.

María Font dijo...

Amó dejarnos así

Pedro dijo...

Uy, les debo la redacción

el bufa dijo...

que bueno que mencionaste "sulky"! una buena muestra del talento de gustavo

Anónimo dijo...

Hola,

Discreto aporte, compartir ideas personales:
"Bocanada" me resulta un disco infravalorado, sumamente elegante.

"Fuerza Natural" me resulta un disco maduro, preciso, definitivamente toma y plasma su influencia Spinettiana aunque siempre fue mejor comunicador (el punto por el cual jamás voy a sentirme un admirador total del flaco, a mí criterio la comunicación es fundamental. Prefiero Hitchcock a Bergman, siempre).

"Ahí vamos" es bastante desbordado, poco preciso, extrañamente en un tipo que cuidó su obra obsesivamente(como cantó la última frase del disco, la escucho ahora en mi cabeza).

"Ahí vamos" es un disco muy copado, rock, buena música, buenos temas, subir el volumen, con "Lago en el cielo", hermoso tema. Pop, distorsión, personalidad, melodías.

De Soda me gustan especialmente sus últimos dos discos, aunque siempre me interesé más por su carrera solista, por motivos varios.

Saludos,

Matías-

hernan dijo...

Creo que con lo de "genesis" de Vox Dei de alguna manera te me anticipás a mi comentario: no sé si alguna vez Cerati pretendió ser rupturista. En todo caso los '80 lo eran, pero en algún momento se iba a mirar atrás. Me costó horrores el primero de Soda, abri los oidos con el segundo y a la altura de "Signos" los había incorporado. Estuve en el show, último oficial acá sacando el gratuito por Chile, en el Club Ciudad. Ecepto "Zona de Promesas" no tocó nada de Soda. Y la tocó porque había muerto Mercedes (que haya cantado con ella es otro símbolo de su incorporación al universo de artistas "mas allá de todo"). Madurez (Indio se animará, por ejemplo, a hacer algo parecido?). Nombraste a Melero, yo no querría que este post no se cite también a Coleman.

Anónimo dijo...

si vamos a citar, citemos también a tweety gonzalez (?)

y abramos el debate (?) que se no animó a dar pablo "carrot" rago...